Tratamientos emergentes

Inmunoglobulina intravenosa (IGIV) más corticosteroide (todos los pacientes)

Un ensayo clínico multicéntrico de fase 3 en toda Europa está explorando actualmente la hipótesis de que un corticosteroide utilizado como tratamiento complementario puede reducir la frecuencia de la enfermedad de Kawasaki refractaria y, por tanto, puede mejorar los resultados coronarios en casos de enfermedad de Kawasaki no seleccionados: el ensayo de prevención de aneurismas de las arterias coronarias en la enfermedad de Kawasaki (KD-CAAP), (ISRCTN71987471). Dado que las tasas de complicaciones por aneurisma de la arteria coronaria (AAC) observadas en el Reino Unido y en toda Europa son superiores a las percibidas históricamente (entre el 16% y el 42%), podría decirse que todos los pacientes con EK presentan un alto riesgo de AAC, a pesar de la IGIV y, por tanto, podrían beneficiarse potencialmente de los corticosteroides adyuvantes como tratamiento primario. Por lo tanto, el KD-CAAP determinará la eficacia y la seguridad de la prednisolona adyuvante combinada con IGIV y ácido acetilsalicílico para la prevención de la AAC en pacientes con EK no seleccionados de toda Europa, en comparación con la IGIV y el ácido acetilsalicílico en solitario. El resultado primario es la frecuencia de AAC en 12 semanas.[45]

Estatinas

Aunque las guías de práctica clínica sobre la enfermedad de Kawasaki de la American Heart Association (AHA) (2017) recomiendan considerar la terapia con estatinas, los autores de este tema informan que el uso de estatinas en el tratamiento agudo y a largo plazo de los pacientes con enfermedad de Kawasaki (EK) no se ha generalizado en la práctica clínica de los Estados Unidos y sigue dependiendo del médico. Además, una declaración científica de 2019 de la AHA afirma que "los datos sobre el papel de la terapia con estatinas en pacientes con AAC [aneurismas de la arteria coronaria] siguen siendo limitados".[72] La utilidad potencial del tratamiento con estatinas se basa en el efecto antiinflamatorio generalizado de las estatinas y su efecto sobre la proliferación miointimal en la pared arterial.[73]

Ácido acetilsalicílico en dosis bajas (como tratamiento inicial)

Una dosis baja de ácido acetilsalicílico con IGIV para el tratamiento inicial de la EK puede ser tan eficaz como la práctica actual de dosis más altas de ácido acetilsalicílico con IGIV y podría disminuir los acontecimientos adversos. Las guías de práctica clínica europeas afirman que las futuras guías de práctica clínica podrían recomendar este enfoque, pero señalan que aún no se ha realizado un ensayo clínico prospectivo controlado. Un estudio de cohortes retrospectivo de 358 pacientes no mostró beneficios significativos del ácido acetilsalicílico en dosis altas frente al ácido acetilsalicílico en dosis bajas en términos de desarrollo de aneurismas de las arterias coronarias, resistencia a la IGIV o recurrencia de la enfermedad. La tasa de ectasia coronaria y la duración de la estancia hospitalaria fueron significativamente mayores en el grupo de dosis altas de ácido acetilsalicílico.[74] Un metanálisis de 12,176 pacientes no mostró diferencias significativas en la incidencia de aneurismas de las arterias coronarias en pacientes tratados con dosis altas frente a dosis bajas de ácido acetilsalicílico. Los pacientes del grupo de tratamiento con ácido acetilsalicílico en dosis altas presentaron una resolución de la fiebre ligeramente más rápida, pero no se observaron diferencias en las tasas de resistencia a la IGIV, ni en la duración de la estancia hospitalaria entre los dos grupos de tratamiento.[75]

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