Monitorización

Es esencial realizar una prueba postnatal para comprobar la persistencia de la hiperglucemia. Desafortunadamente, las tasas de detección posparto de diabetes mellitus en mujeres con antecedentes de DMG son bajas, y menos de la mitad de las mujeres se someten a exámenes de detección.[3][51][62][135]​​ Los estudios sugieren que hay múltiples razones para esto, como el transporte, los arreglos para el cuidado de los niños, el tipo de seguro médico (en los países donde esto se aplica) y la falta de comprensión de los riesgos de la diabetes.[62]

Las guías de práctica clínica difieren en sus recomendaciones exactas de seguimiento para las mujeres con DMG cuyos niveles de glucemia han vuelto a la normalidad después del parto. Compruebe su protocolo local.

En el Reino Unido, el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) recomienda lo siguiente[4]

  • Para las mujeres diagnosticadas con DMG cuyos niveles de glucemia han vuelto a la normalidad después del parto:

    • Ofrecer consejos sobre el estilo de vida (incluyendo el control del peso, la dieta y el ejercicio) - incluyendo el apoyo para perder peso si hay sobrepeso y para perder cualquier exceso de peso gestacional

    • Ofrecer una prueba de glucosa plasmática en ayunas (GPA) o hemoglobina A1c (HbA1c) de 6 a 13 semanas después del nacimiento para descartar la diabetes (por razones prácticas esto puede tener lugar en el control postnatal de 6 semanas o en la visita de vacunación del bebé)

    • No ofrecer rutinariamente una prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO) de 75 g y 2‑horas.

Cada vez es más habitual preferir la HbA1c a la GPA como prueba posnatal de elección. Es más cómodo, ya que no requiere un ayuno prolongado, puede realizarse en cualquier momento del día y los médicos de cabecera están muy familiarizados con su uso para diagnosticar y tratar la diabetes de tipo 2.

Aconsejar a la mujer lo siguiente en función de los resultados de la prueba postnatal:[4]

  • GPA <6.0 mmol/L (<108 mg/dL) O HbA1c <39 mmol/mol (<5,7%): existe una baja probabilidad de que tenga diabetes en ese momento, pero tiene un riesgo moderado de desarrollarla en el futuro. Debe seguir los consejos sobre el estilo de vida y someterse a pruebas anuales de HbA1c.

  • GPA 6.0 a 6.9 mmol/L (108-124 mg/dL) O HbA1c 39-47 mmol/mol (5.7% a 6.5%): tiene un alto riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Ofrecer asesoramiento, orientación e intervenciones basadas en la evidencia sobre la prevención de la diabetes de tipo 2 mediante cambios en la dieta y el ejercicio, y ofrecer una derivación al programa de prevención de la diabetes del NHS.

  • GPA ≥7,0 mmol/L (≥126 mg/dL) O HbA1c >48 mmol/mol (>6.5%): es probable que tenga diabetes de tipo 2. Ofrecer pruebas de confirmación.

Otras guías de práctica clínica recomiendan la prueba postnatal PTGO en lugar de la GPA o la HbA1c. La Sociedad Europea de Cardiología y la American Diabetes Association (ADA) recomiendan la PTGO de 4 a 12 semanas después del nacimiento para todas las mujeres con DMG.[3][117]​ El American College of Obstetricians and Gynecologists recomienda que la PTGO se pueda realizar entre 4 y 12 semanas después del parto o en el período posparto inmediato (durante la hospitalización del parto), esta última opción ha demostrado una mejor participación en las pruebas.[62]

  • En el caso de cualquier mujer con antecedentes de diabetes gestacional, asegúrese de que se realicen pruebas anuales de detección de enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2.

  • Si está en el Reino Unido, ofrezca una derivación al programa de prevención de la diabetes del NHS.[4][136][137]

Las mujeres con DMG presentan un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares después del parto, independientemente del desarrollo de la diabetes tipo 2.[130] En un estudio de cohorte retrospectivo basado en la población del Reino Unido, las mujeres con antecedentes de DMG tenían casi el doble de riesgo de desarrollar hipertensión y fueron diagnosticadas con cardiopatía isquémica a una edad más temprana en comparación con las mujeres sin DMG previa.[138] La American Heart Association reconoce la DMG previa como un factor de riesgo cardiovascular, destacando la oportunidad de una vigilancia e intervención temprana del riesgo cardiovascular.[130][139]​​

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