Monitorización
Es esencial realizar una prueba postnatal para comprobar la persistencia de la hiperglucemia. Las guías de práctica clínica difieren en sus recomendaciones exactas de seguimiento para las mujeres con DMG cuyos niveles de glucemia han vuelto a la normalidad después del parto. Compruebe su protocolo local.
En el Reino Unido, el National Institute for Health and Care Excellence recomienda lo siguiente:[4]
Para las mujeres a las que se les ha diagnosticado diabetes gestacional y cuyos niveles de glucemia se han normalizado tras el parto:
Ofrecer consejos sobre el estilo de vida (incluyendo el control del peso, la dieta y el ejercicio) - incluyendo el apoyo para perder peso si hay sobrepeso y para perder cualquier exceso de peso gestacional
Ofrecer una prueba de glucosa plasmática en ayunas (FPG) o HbA1c de 6 a 13 semanas después del nacimiento para excluir la diabetes (por razones prácticas esto puede tener lugar en el control postnatal de 6 semanas o en la visita de vacunación del bebé)
No ofrecer rutinariamente una prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO) de 75 g y 2‑horas.
Cada vez es más habitual preferir la HbA1c a la GPA como prueba postnatal de elección. Es más cómodo, ya que no requiere un ayuno prolongado, puede realizarse en cualquier momento del día y los médicos de cabecera están muy familiarizados con su uso para diagnosticar y tratar la diabetes de tipo 2. Puede realizarse entre las 8 y las 12 semanas postnatales.
Aconsejar a la mujer lo siguiente en función de los resultados de la prueba postnatal:[4]
GPA <6.0 mmol/L (<108 mg/dL) O HbA1c <39 mmol/mol (5,7%): hay una baja probabilidad de que tenga diabetes en ese momento pero presenta un riesgo moderado de desarrollarla en el futuro. Debe seguir los consejos sobre el estilo de vida y someterse a pruebas anuales de HbA1c.
GPA 6.0 a 6.9 mmol/L (108-124 mg/dL) O HbA1c 39 a 47 mmol/mol (5.7%-6.5%): tiene un alto riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Ofrecer asesoramiento, orientación e intervenciones basadas en la evidencia sobre la prevención de la diabetes de tipo 2 mediante cambios en la dieta y el ejercicio, y ofrecer una derivación al programa de prevención de la diabetes del NHS.
GPA ≥7,0 mmol/L (≥126 mg/dL) O HbA1c >48 mmol/mol (>6.5%): es probable que tenga diabetes de tipo 2. Ofrecer pruebas de confirmación.
En el caso de cualquier mujer con antecedentes de diabetes gestacional, asegúrese de que se realicen pruebas anuales de detección de enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2.
Si está en el Reino Unido, ofrezca una derivación al programa de prevención de la diabetes del NHS.[4][110]
Otras guías de práctica clínica recomiendan la prueba postnatal PTGO en lugar de la GPA o la HbA1c. Por ejemplo, la European Society of Cardiology y la American Diabetes Association recomiendan una prueba de PTGO entre las 4 y las 12 semanas postnatales para todas las mujeres con DMG.[3][97]
Las mujeres con DMG presentan un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares después del parto, independientemente del desarrollo de la diabetes tipo 2.[111] Las mujeres a las que se les había diagnosticado DMG tenían un riesgo casi dos veces mayor de desarrollar hipertensión y padecer cardiopatía isquémica a una edad relativamente temprana en comparación con las mujeres sin diagnóstico previo de DMG.[96] La American Heart Association considera que los antecedentes de DMG son un factor de riesgo cardiovascular y, por lo tanto, ofrecen la oportunidad de modificar la vigilancia del riesgo cardiovascular de forma temprana.[111][112] La diabetes gestacional debe tratarse como un estado previo a la enfermedad cardiovascular y la estrategia de gestión debe estar dirigida a la identificación exhaustiva y el tratamiento sistemático de los factores de riesgo cardiovascular más allá de la prevención de la diabetes tipo 2.[110]
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