Tratamientos emergentes

Monitorización continua de la glucosa

La monitorización continua de la glucosa (MCG) permite determinar los niveles máximos de glucosa posprandial, el nivel medio de glucosa, los episodios de hipertensión nocturna y el porcentaje de tiempo en el rango (TIR) durante un período de 24 horas. Se recomienda ampliamente para embarazos complicados por diabetes de tipo 1 debido a datos convincentes que muestran que incluso las mejoras del 4% al 7% en TIR pueden resultar en una disminución aproximada del 50% en los ingresos a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) de bebés grandes para la edad gestacional y neonatales.[3][108]​​​ CONCEPTT, un ensayo internacional aleatorizado y controlado multicéntrico, llegó a la conclusión de que la MCG debería ofrecerse a todas las mujeres embarazadas con diabetes de tipo 1 que utilizan un tratamiento intensivo de insulina.[108] En consecuencia, el National Institute for Health and Care Excellence del Reino Unido recomienda ofrecer la monitorización continua de la glucosa a todas las mujeres embarazadas con diabetes de tipo 1.​​​[4] Los datos para la diabetes de tipo 2 y la diabetes mellitus gestacional (DMG) son más limitados y contradictorios y no son suficientes para recomendar TIR o objetivos medios de glucosa específicos para estas enfermedades.[109][110][111]​​​​ La American Diabetes Association (ADA) señala que el MCG puede ayudar a alcanzar los objetivos de hemoglobina A1c (HbA1c) en mujeres con DMG cuando se usa además del control de glucosa en sangre pre y postprandial. Sin embargo, concluye que los datos son insuficientes para recomendar MCG para todos los pacientes con DMG, y la decisión de usar MCG en estas poblaciones debe ser individualizada.[3] Una investigación realizada entre mujeres con diabetes gestacional reveló que las madres que dieron a luz a bebés grandes para la edad gestacional (PEG) tenían niveles de glucosa nocturnos más elevados durante el embarazo en comparación con las madres sin bebés PEG, lo que sugiere que detectar y abordar el control glucémico nocturno puede ayudar a reducir las tasas de bebés PEG en las mujeres con diabetes gestacional. Sin embargo, el estudio no pudo concluir si el uso de la monitorización continua de la glucosa (MCG) durante todo el embarazo reduce el riesgo de dar a luz a un bebé PEG.[112] Una revisión sistemática encontró que las evidencias sugieren que la monitorización continua de la glucosa (MCG) ofrece mejores resultados que la automonitorización de la glucemia entre las mujeres con DMG, en términos de detección de episodios de hipoglucemia e hiperglucemia, lo que podría resultar en una mejoría de los resultados maternos y fetales.[113] Se necesita una muestra de mayor tamaño y una cobertura completa del embarazo para determinar la eficacia de la MCG en la DMG. 

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