Prevención primaria

Orientación de confianza

ebpracticenet le insta a dar prioridad a las siguientes guías de práctica clínica locales:

Guide de pratique clinique pluridisciplinaire relatif à la collaboration dans la dispense de soins aux personnes âgées démentes résidant à domicile et leurs aidants prochesPublicado por: Groupe de Travail Développement de recommmandations de première lignePublicado por última vez: 2017Multidisciplinaire richtlijn voor thuiswonende oudere personen met dementie en hun mantelzorgersPublicado por: Werkgroep Ontwikkeling Richtlijnen Eerste Lijn (Worel)Publicado por última vez: 2017

La Organización Mundial de la Salud, los Centers for Disease Control and Prevention de EE. UU. y el National Institute for Health and Care Excellence del Reino Unido recomiendan intervenciones conductuales y de estilo de vida (dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, aumentar la actividad física, comer de manera saludable, mantener un peso saludable) para disminuir el riesgo de fragilidad y demencia.​​[71][72][73]

​ Un estudio de cohorte retrospectivo con casi 200,000 participantes concluyó que un estilo de vida saludable (definido por una puntuación ponderada que incluía ejercicio, no fumar actualmente, una dieta saludable y un consumo moderado de alcohol) se asociaba a un menor riesgo de demencia, independientemente del riesgo genético de demencia (bajo, intermedio, alto).[74]​ Una revisión sistemática de 2020 sugirió apuntar a 19 factores para la prevención de la demencia: diez con evidencia sólida (educación, actividad cognitiva, índice de masa corporal alto en la edad adulta, hiperhomocisteinemia, depresión, estrés, diabetes, traumatismo craneoencefálico, hipertensión en la mediana edad e hipotensión ortostática) y nueve con evidencia insuficiente (obesidad en la mediana edad, pérdida de peso en la vejez, actividad física, tabaquismo, sueño, enfermedad cerebrovascular, fragilidad, fibrilación auricular y vitamina C).[75]

Alguna evidencia sugiere que la actividad física/ejercicio puede prevenir o retrasar el deterioro cognitivo en personas sin un diagnóstico de demencia.[76][77][78][79][80]

La gestión de factores de riesgo cardiovascular a la mitad de la vida se ha asociado con una disminución en todas las causas de demencia (es decir, tanto la demencia vascular y la demencia tipo Alzheimer).[81][82][83]​​​

Esto incluye controlar la hipertensión y el colesterol.[84][85]​ Véase los apartados Hipertensión esencial e hipercolesterolemia.

​El consumo moderado de alcohol (1-14 unidades/semana) puede proteger contra la demencia.[21]​​​[22]

La provisión de prótesis auditivas para personas con pérdida de la audición puede ser beneficiosa.[21]​​​ Un estudio de cohorte grande informó que las personas con pérdida auditiva que no usan prótesis auditivas tienen un mayor riesgo de demencia que las personas con pérdida auditiva que sí usan prótesis auditivas (CRI 1.20 y 1.06, respectivamente).[28]

Fomentar el uso de cascos para reducir el riesgo de traumatismo craneoencefálico.[21]​​

Una declaración de consenso internacional basada en una revisión de la literatura concluyó que la reducción de la homocisteína ayuda a disminuir el riesgo de demencia.[86]

Las revisiones sistemáticas de los ensayos controlados aleatorizados encontraron evidencias insuficientes para respaldar las siguientes intervenciones preventivas:[87][88][89][90] [ Cochrane Clinical Answers logo ]

  • Medicamentos (fármacos antiinflamatorios no esteroideos [AINE], ácido acetilsalicílico, medicamentos antidiabéticos o inhibidores de la colinesterasa)

  • Suplementos (ácidos grasos omega-3, ginkgo biloba, vitaminas del complejo B, vitamina D con calcio, betacaroteno o multivitamínicos)

  • Entrenamiento cognitivo

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