Monitorización
La medición del volumen gástrico residual (VGR) que supera un valor umbral se ha utilizado para monitorizar el riesgo de aspiración en pacientes alimentados por sonda. Debido a que los valores de corte para el VGR que indican claramente los riesgos de aspiración varían entre los estudios, estas evaluaciones deben combinarse con la evaluación clínica de la intolerancia alimentaria, que incluye la auscultación de los ruidos intestinales y la evaluación de la distensión abdominal.[44] Se deben iniciar medidas para reducir las aspiraciones cuando un VGR es de >200 mL, y se debe realizar la aspiración del contenido gástrico de cualquier sonda nasogástrica colocada si la anestesia es inminente.[109]
La calidad de la evidencia con respecto a la medición del VGR y su efecto sobre parámetros como la mortalidad, la neumonía y la duración de la estancia hospitalaria es incierta, y es difícil establecer conclusiones sobre el valor del VGR en el entorno clínico.[110] La práctica de no monitorizar el VGR no fue inferior a la monitorización rutinaria en relación con el resultado de la neumonía asociada a la ventilación mecánica en 452 pacientes de la unidad de cuidados intensivos (UCI) aleatorizados en un ensayo multicéntrico, abierto y de no inferioridad, realizado en adultos que requirieron ventilación mecánica invasiva durante más de 2 días y recibieron nutrición enteral en las 36 horas posteriores a la intubación en nueve UCI francesas.[111] Además, en un estudio de 61 pacientes que recibieron ventilación mecánica y alimentación enteral continua, la medición del volumen gástrico residual por succión fue inexacta.[112]
La Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos (SCCM, por sus siglas en inglés) y la American Society for Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN) no respaldan el uso de VGR como parte del seguimiento rutinario en la UCI.[113] La Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) sugiere retrasar el inicio de la alimentación si el VGR es de >500 mL en un período de 6 horas, pero también reconoce las guías de práctica clínica de SCCM/ASPEN con respecto a la monitorización rutinaria.[114] Los médicos deben considerar estas guías de práctica clínica dentro del contexto de cada paciente, particularmente en aquellos con alto riesgo de aspiración, que tienen íleo, disfunción esofágica o gastroparesia.
Debido al carácter inerte del bario, no suelen esperarse reacciones a largo plazo ni toxicidades tardías, y la norma es la eliminación radiológica completa. No hay muchos datos sobre las complicaciones a largo plazo de la aspiración masiva de bario, pero los informes de casos sugieren que se pueden observar anomalías en la tomografía computarizada de alta resolución hasta un año después.[108] Por lo tanto, es razonable obtener imágenes de tórax de seguimiento durante el año posterior a la aspiración de bario.
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