Tratamientos emergentes

Inhibidores del factor Xa

Estos anticoagulantes están en estudio para los síndromes coronarios agudos (SCA).[186]​ El rivaroxabán es un inhibidor del factor Xa que ha demostrado reducir los eventos cardiovasculares cuando se administra además de la doble terapia antiplaquetaria a pacientes con infarto de miocardio estabilizado con elevación del segmento ST (IMCEST), pero aumenta los eventos hemorrágicos.[187]​ Una revisión y un metanálisis encontraron que los anticoagulantes orales directos en combinación con la terapia antiplaquetaria se asociaron con un menor riesgo de eventos isquémicos a costa de un aumento de los sangrados graves en comparación con el tratamiento antiplaquetario solo en pacientes con IMCEST.[188]

Inhibidores del factor IX

Se ha demostrado que la pegnivacogina, un inhibidor del factor IX que es reversible con anivamersen, reduce la incidencia de eventos isquémicos en pacientes con SCA en comparación con la heparina intravenosa, cuando se administra durante intervenciones coronarias. Esto fue en un estudio de fase 2 que no incluyó pacientes con IMCEST. Actualmente se está llevando a cabo un ensayo de fase 3 que incluye pacientes con IMCEST.[189][190][191]

Inhibidores del factor XI

Se están investigando múltiples inhibidores del factor XI para diversas indicaciones.[192] El asundexiano, un inhibidor del factor XIa de molécula pequeña, se ha investigado específicamente para los síndromes coronarios agudos.[192]​​

Vorapaxar

Vorapaxar, un fármaco antiplaquetario activado por proteasa-1, mostró una reducción moderada en los eventos clínicos posteriores al infarto de miocardio (IM), pero con un aumento en los eventos hemorrágicos.[193]

L-carnitina

Un metanálisis de 13 ensayos controlados con placebo encontró que la L-carnitina reduce significativamente la mortalidad por cualquier causa, las arritmias ventriculares y los síntomas de angina en pacientes que experimentan infarto agudo de miocardio. Se necesita una evaluación adicional.[194]

Terapia con células madre de médula ósea

La terapia con células madre se ha propuesto como una terapia potencial para la reparación y regeneración del tejido vascular y cardíaco dañado después de un infarto agudo de miocardio. Aunque la evidencia actual indica que la terapia con células madre es segura, su efecto sobre la mortalidad, la calidad de vida y la función miocárdica después de un infarto agudo de miocardio no está claro.[195]​ Esto se basa, sin embargo, con evidencia limitada de ensayos clínicos pequeños. Un ensayo aleatorizado controlado encontró que la terapia intracoronaria con células de médula ósea es segura, pero su efecto sobre la función miocárdica y el rescate miocárdico no estuvo claro.[196]

Colchicina

Varios ensayos aleatorizados controlados han investigado el papel del fármaco antiinflamatorio colchicina tanto en el SCA crónico como en el SCA.[2][5][197]​​​​ Se demostró que el uso de colchicina para la prevención secundaria reduce significativamente los criterios de valoración cardiovasculares compuestos (incluida la muerte cardiovascular, el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular) en dos metanálisis de ensayos que investigaron pacientes con un evento coronario agudo previo.[197][198][199]​​​​​ La investigación sugiere que el efecto beneficioso es mayor con el inicio temprano del tratamiento en el hospital.[200]​ Los pacientes deben ser explorados para detectar enfermedades hepáticas y/o renales antes de comenzar con colchicina.[201]​ La Sociedad Europea de Cardiología recomienda que se considere la colchicina en dosis bajas para el tratamiento a largo plazo de los pacientes con SCA sobre la base de sus propiedades antiinflamatorias, particularmente si otros factores de riesgo no están suficientemente controlados o si se producen eventos cardiovasculares recurrentes bajo una terapia óptima.[5]

Dalcetrapib

Se ha demostrado que el dalcetrapib, un inhibidor de la proteína de transferencia de ésteres de colesterol, reduce la incidencia de diabetes de inicio reciente en pacientes con SCA reciente.[202]

Tratamiento con polipíldora

Se ha demostrado que una píldora que combina fármacos de rutina posteriores al SCA (por ejemplo, ácido acetilsalicílico, IECA como el ramipril y una estatina como la atorvastatina) mejora el cumplimiento del tratamiento y, en consecuencia, reduce el riesgo de eventos cardiovasculares adversos después del SCA.[203]

Semaglutida

Se ha demostrado que el agonista del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 semaglutida reduce el riesgo de muerte por causas cardiovasculares en pacientes con sobrepeso y otros factores de riesgo cardiovascular.[204][205]​​​

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