Monitorización

Los pacientes que reciben terapia con testosterona requieren un seguimiento regular para garantizar el cumplimiento, evaluar la eficacia, ajustar la dosis (según los síntomas, los niveles séricos y el hematocrito) y controlar los efectos adversos.

Revisar a los pacientes a intervalos regulares (cada 3-4 meses) durante el primer año de tratamiento, y anualmente a partir de entonces.[29][37]

Se aconseja una evaluación de los beneficios y los efectos adversos, y debe considerarse el cese del tratamiento en los hombres sin beneficio terapéutico (aunque esto sería inusual en hombres con un diagnóstico verificado de hipogonadismo al inicio). Se debe animar a los hombres cuya función sexual u otros síntomas de presentación no mejoren en la medida deseada a que perseveren en la terapia con testosterona para beneficiar otros aspectos de su salud a largo plazo.

Formulaciones tópicas y transdérmicas de testosterona

El nivel de testosterona debe controlarse de 6-12 horas después de la aplicación del gel de testosterona, ya que esto da el valor del punto medio. Se pueden medir los niveles de testosterona para comprobar si han alcanzado niveles terapéuticos después de 1 semana de utilizar productos transdérmicos, a fin de garantizar la administración de un tratamiento adecuado. Sin embargo, el hematocrito tardará aproximadamente 2 meses en alcanzar un estado de equilibrio, momento en el que se puede realizar el ajuste final de la dosis.

Preparados intramusculares de acción corta

No suele ser útil medir los niveles máximos de testosterona después de una inyección. En cambio, los niveles mínimos (antes de la siguiente inyección) son más útiles. Se deben revisar los niveles periódicamente. Puede ser necesario aceptar niveles más bajos de testosterona para prevenir o mitigar la eritrocitosis.

Undecanoato de testosterona de acción prolongada

Los niveles de testosterona deben medirse inmediatamente antes de una inyección (es decir, el nivel mínimo) para garantizar que la concentración esté en el rango normal-bajo, o en el punto medio entre inyecciones, con el objetivo de una concentración de testosterona de rango medio. Puede ser necesario aceptar niveles más bajos de testosterona para prevenir o mitigar la eritrocitosis.

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