Prevención primaria
La prevención de la diabetes mellitus de tipo 2 (DMT2) en niños implica intervenciones para evitar el desarrollo de la obesidad o para corregir la obesidad antes del desarrollo de la resistencia a la insulina o de comorbilidades.[56] Los posibles objetivos dietéticos para prevenir el sobrepeso en los niños pequeños incluyen reducir el tamaño de las porciones de refrigerios y comidas en entornos preescolares y reducir la ingesta de proteínas y bebidas endulzadas con azúcar.[57] Las ventas de bebidas azucaradas han caído en gran medida en los países de altos ingresos en las últimas dos décadas, con mayores reducciones en los países que introdujeron políticas fiscales, como el gravamen de la industria de refrescos del Reino Unido.[57] Las intervenciones para cambiar el comportamiento que incorporan dieta y actividad física pueden ser beneficiosas para lograr pequeñas reducciones a corto plazo en el índice de masa corporal.[58]
Las guías de práctica clínica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejan que una mayor ingesta de fibra dietética se asocia con un menor riesgo de desarrollar DMT2.[59] Recomiendan que la ingesta de carbohidratos provenga principalmente de alimentos ricos en fibra (es decir, cereales integrales, verduras, frutas y legumbres); esto se basa en la evidencia (predominantemente de estudios en adultos) de que una mayor ingesta de estas sustancias se asocia con un menor riesgo de DMT2.[59] Se recomiendan las siguientes ingestas diarias de verduras/frutas y fibra dietética natural (tal como se consume en los alimentos):[59]
de 2 a 5 años: al menos 250 g de verduras y frutas, al menos 15 g de fibra dietética natural
de 6 a 9 años: al menos 350 g de verduras y frutas, al menos 21 g de fibra dietética natural
10 años y más: al menos 400 g de verduras y frutas, al menos 25 g de fibra dietética natural
Se reconoce que la edad de diagnóstico se asocia inversamente con un aumento de la morbilidad y mortalidad por DMT2; por lo tanto, se necesitan estrategias para identificar mejor a los niños en riesgo que podrían beneficiarse del seguimiento y la intervención temprana para retrasar o detener el avance a la DMT2.[60] Existen diferencias entre las poblaciones con respecto al grado de predictibilidad de la alteración de la tolerancia a la glucosa (ATG) para el desarrollo de DMT2. En Europa, la ATG no se considera altamente predictiva para el progreso de la diabetes en el corto y medio plazo.[61] Sin embargo, en aquellos niños con ascendencia afroamericana, la ATG se considera más predictiva para el desarrollo de la diabetes.[62] Para los casos de estos niños en la prevención del desarrollo de la DMT2 se recomiendan modificaciones intensivas del estilo de vida, incluida la pérdida de peso de entre un 5% y un 10%.
Existe un debate en torno al papel de la metformina en la prevención de la DMT2 en niños; los datos a largo plazo son limitados en la población pediátrica y se necesita más investigación.[60][63][64]
Prevención secundaria
La identificación y la modificación del estilo de vida de los niños en riesgo de desarrollar DMT2 pueden retrasar el inicio de la enfermedad.[122]
La identificación temprana y el tratamiento agresivo de las complicaciones, como el control glucémico inadecuado, hipertensión, dislipidemia y albuminuria, pueden reducir la morbilidad y mortalidad prematura.
La educación sobre la diabetes y las modificaciones del estilo de vida para toda la familia, y no solo el paciente, pueden ser beneficiosas para aumentar el cumplimiento y para prevenir las complicaciones a largo plazo.
La asesoría sobre el abandono del hábito de fumar para niños de más edad y adolescentes se debe incluir como un componente rutinario del cuidado de la diabetes para prevenir complicaciones cardiovasculares a largo plazo. Tenga en cuenta que también están desaconsejados los cigarrillos electrónicos y el vapeo.[1] Dado que el consumo de alcohol tiene implicaciones para el manejo de la glucemia y la seguridad en las personas jóvenes con diabetes, se debe educar a los pacientes sobre los riesgos y se les debe aconsejar que reduzcan el consumo de alcohol si es necesario. Se debe aconsejar a todos los pacientes que no consuman cannabis de forma recreativa en ninguna de sus formas.[1]
En el Reino Unido, las guías de práctica clínica del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) recomiendan que se ofrezca a los pacientes:[102]
inmunización anual contra la gripe
inmunización contra la infección neumocócica para pacientes en tratamiento con insulina o hipoglucemiantes orales.
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