Tratamientos emergentes

Semaglutida

Un agonista alternativo del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) cuyo uso está aprobado para la diabetes de tipo 2 (DMT2) en adultos, pero no en niños. Sin embargo, la semaglutida está aprobada para el tratamiento de la obesidad en niños ≥12 años con un IMC en el percentil 95 o superior para su edad y sexo. Las marcas de semaglutida aprobadas para su uso en la diabetes de tipo 2 y la obesidad son diferentes y las dosis utilizadas también lo son.

Procedimientos bariátricos endoscópicos

Los procedimientos bariátricos endoscópicos primarios independientes (p. ej., balones intragástricos) para el tratamiento de la obesidad y ciertas comorbilidades asociadas a la obesidad, como la DMT2, han evolucionado en los últimos años, cerrando la brecha entre las modificaciones intensivas del estilo de vida y los procedimientos quirúrgicos bariátricos invasivos.[97]​ En general, los procedimientos bariátricos endoscópicos parecen ser ligeramente menos eficaces que la cirugía bariátrica, aunque son potencialmente un poco más seguros, menos invasivos y más reversibles.[97]

Tiazolidinedionas

Las tiazolidinedionas, como la pioglitazona, aumentan la sensibilidad a la insulina y también pueden mejorar la secreción de insulina al preservar la función de las células beta pancreáticas. Sin embargo, estos fármacos no son opciones de primera línea para ningún grupo etario debido a los efectos adversos (como aumento de peso, retención de líquidos, insuficiencia cardíaca y disminución de la densidad ósea). Actualmente, la pioglitazona no está aprobada para su uso en niños.

Inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4)

Los inhibidores de la DPP-4 (p. ej., sitagliptina, linagliptina) prolongan la acción del GLP-1 endógeno y del polipéptido insulinotrópico (GIP) dependiente de la glucosa, lo que da lugar a un aumento de la secreción de insulina adecuado a la glucosa y a la supresión de la liberación de glucagón. No tienen efectos significativos sobre el peso corporal y no causan hipoglucemia. Los ensayos clínicos de sitagliptina indican que tiene poco o ningún beneficio sobre el control glucémico en adolescentes con DMT2, ya sea como tratamiento inicial por vía oral o como complemento del tratamiento con metformina.[103][104]​​​ De manera similar, los ensayos de saxagliptina y linagliptina en adolescentes no encontraron una mejoría significativa en la hemoglobina A1c en comparación con el placebo.[91]​​[93]​​​​ Hay un estudio de fase 3 en curso para evaluar la eficacia de la alogliptina frente al placebo en niños con DMТ2.[105]​ Actualmente, los inhibidores de la DPP-4 no están aprobados para su uso en niños.

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