Epidemiología

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de cuello uterino fue la cuarta neoplasia maligna más frecuente en las mujeres de todo el mundo, en 2020, con una estimación de 604,000 nuevos casos y 342,000 muertes.[2]

En Europa, se calcula que en 2020 se produjeron 30.447 nuevos casos de cáncer de cuello uterino y 13.437 muertes.[3] El cáncer de cuello uterino ocupa el undécimo lugar entre los tipos de cáncer más frecuentes en las mujeres. Las tasas de incidencia y mortalidad varían significativamente en Europa. Esta amplia variación puede explicarse por las diferencias en la prevalencia del virus del papiloma humano y las políticas de vacunación y cribado.[3]

En los EE. UU., las tasas de incidencia y mortalidad del cáncer de cuello uterino están disminuyendo gradualmente.[4] En 2024, se estima que hubo 13,820 nuevos casos (el 0.7% de todos los nuevos diagnósticos de cáncer) y 4360 muertes.[4] La incidencia más alta se da entre las mujeres hispanas (9.8 por 100,000, según datos de 2017-2021).[4] La tasa de mortalidad es más alta entre las mujeres de raza negra no hispanas (3.2 por 100,000 personas por raza); la mortalidad global es de 2.2 por 100,000 (según datos de 2018-2022).[4] El cáncer de cuello uterino se diagnostica con mayor frecuencia en la mediana edad (con mayor frecuencia en mujeres de 35 a 44 años); la mediana de edad en el momento del diagnóstico es de 50 años.[4]

El virus del papiloma humano (VPH) es el factor etiológico más importante. La incidencia del cáncer de cuello uterino se correlaciona con el inicio temprano de la actividad sexual, la multiplicidad de parejas sexuales, el tabaquismo, la inmunosupresión (p. ej., la infección por VIH, los receptores de trasplantes), el bajo nivel socioeconómico, la malnutrición y el uso de anticonceptivos orales.[5][6][7]​​[8][9][10][11][12][13]

El cribado eficaz en los países desarrollados ha reducido significativamente la incidencia y la mortalidad del cáncer de cuello uterino.[14] Aproximadamente, el 50% de los diagnósticos en el mundo desarrollado se producen en mujeres que nunca se han sometido a un cribado, o que no se han sometido a él en los 5 años anteriores al diagnóstico.[15] Se han informado nuevas reducciones en la incidencia en países con programas establecidos de vacunación contra el VPH.[16][17][18][19][20][21]

Casi el 90% de las muertes en todo el mundo por cáncer de cuello uterino se producen en países de ingresos bajos y medianos. Sin vacunación, se estima que el número previsto de casos de cáncer de cuello uterino entre las niñas nacidas entre 2005 y 2014 será de 11.6 millones, y aproximadamente el 75% de la carga se producirá en 25 países, principalmente en África y Asia.[22] Muchos de estos países tienen una alta prevalencia de infección por VIH, lo que aumenta el riesgo de cáncer de cuello uterino.[23]

La Organización Mundial de la Salud ha lanzado una estrategia global para eliminar el cáncer de cuello uterino, con el objetivo de mejorar el acceso a la vacunación, las pruebas de detección y el tratamiento.[24]

El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad