Tratamientos emergentes

Tratamiento hemostático

Se ha demostrado que el cilostazol (un inhibidor de la fosfodiesterasa 3) presenta propiedades protectoras en las células endoteliales, las células del músculo liso vascular y la barrera hematoencefálica; se necesitan ensayos clínicos para investigar si esas propiedades serían beneficiosas en el caso de un accidente cerebrovascular hemorrágico o en la prevención de la expansión del hematoma.[156][157][158]​​

Técnicas novedosas de rehabilitación

Se está estudiando la estimulación cerebral no invasiva con la estimulación de corriente directa transcraneal (ECDt) y la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr). Estos métodos pueden aumentar la recuperación funcional, en comparación con la fisioterapia tradicional, interviniendo a través de vías neuromoduladoras.[159][160][161]​ Sin embargo, actualmente no hay pruebas suficientes para apoyar en la actualidad su uso en la práctica clínica. Un dispositivo que utiliza el control de una interfaz cerebro-ordenador de un exoesqueleto accionado de manera mecánica puede ayudar a los supervivientes de un ictus a recuperar la función de la mano y el brazo. El dispositivo está aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) para pacientes de 18 años o más que hayan pasado al menos 6 meses después del accidente cerebrovascular, para facilitar la reeducación muscular y para mantener o aumentar la amplitud de movimiento. Un exoesqueleto (ortesis de mano robótica) abre y cierra la mano afectada utilizando la potencia espectral de las señales electroencefalográficas (EEG) del hemisferio no afectado asociado a los movimientos imaginados de la mano del miembro parético.[162]

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