Pronóstico

Manejo conservador frente a manejo quirúrgico

Fracturas toracolumbares con déficit neurológico:

Existe evidencia contradictoria con respecto a si hay una diferencia entre el tratamiento quirúrgico y el no quirúrgico en relación con la mejoría neurológica o la duración de la estadía.[155][156][157] Existe otra evidencia que sugiere que el 29% de los pacientes que reciben manejo conservador para una parálisis motora y sensorial completa por debajo del nivel de la lesión (técnicas posturales y reposo en cama) mejoran al menos 1 grado durante el curso de su estadía en el hospital.[158] Cuando la afectación neurológica es significativa, generalmente se recomienda el manejo quirúrgico, pero no hay evidencia clara que justifique elegir un abordaje en lugar del otro.[159]

Fracturas toracolumbares sin déficit neurológico:

Es probable que la cirugía para personas con fractura toracolumbar por estallido sin déficit neurológico se asocie a un mayor coste y a un mayor riesgo de complicaciones en comparación con la intervención no quirúrgica, pero no existe evidencia suficiente para determinar qué modalidad de tratamiento produce resultados funcionales y del dolor superiores para estos pacientes.[160][161][162]​ La razón más frecuente de la cifosis postraumática son las fracturas por estallido inestables y no tratadas.[57]​ El manejo quirúrgico puede mejorar la cifosis residual en comparación con el manejo no quirúrgico.[161]

Un estudio que empleó los datos del ACS Trauma Quality Improvement Program (TQIP) de la ACS, sugirió que para los pacientes sin lesión medular, el momento óptimo para la cirugía de estabilización de la columna vertebral (con la tasa más baja de complicaciones importantes) era a las 21 horas después de la lesión, lo que refleja el tiempo necesario para estabilizar a los pacientes.[11][163]

Se requieren estudios adicionales, ya que la evidencia que existe con respecto al efecto del ejercicio terapéutico en las fracturas vertebrales osteoporóticas no es fiable.[164]

Cirugía de descompresión

Existe evidencia heterogénea sobre la evaluación del momento específico de la de la descompresión quirúrgica en la recuperación neurológica.[10][46][112]​​[165][166]​​​​​​​​​​ Sin embargo, la mayoría de los estudios permiten concluir que cuando se indica el tratamiento quirúrgico, es beneficioso realizarlo lo antes posible.[10][112]​​​​ Un ensayo aleatorizado controlado mostró que la descompresión quirúrgica en 24 horas posteriores a la lesión traumática aguda de la médula torácica y toracolumbar es segura y se asocia con mejores resultados neurológicos.[10][110]​​ En un metanálisis, los pacientes que se sometieron a una descompresión quirúrgica temprana (n=528) presentaron una mayor recuperación que los pacientes que se sometieron a una cirugía de descompresión tardía (n=1020) un año después de la lesión medular, medida por una mejoría en las puntuaciones motoras totales, las puntuaciones de tacto ligero y las puntuaciones de pinchazos.[111]​ Los pacientes que se sometieron a una descompresión temprana también tuvieron una mejora superior en las puntuaciones motoras de las extremidades inferiores un año después de la cirugía, en comparación con los pacientes que se sometieron a una cirugía tardía.[111]​ En una revisión sistemática se encontró que una estabilización temprana de las fracturas torácicas redujo la cantidad promedio de días con asistencia de ventilador, el número de días en cuidados intensivos y en el hospital y la morbilidad respiratoria en comparación con la estabilización tardía.[167] Los beneficios de la estabilización de las fracturas lumbares fueron menos marcados; solo se observó una reducción en la duración de la estadía en el hospital. No hay suficiente evidencia para determinar el efecto del momento de la estabilización en la mortalidad en las fracturas toracolumbares.[168]

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