Antecedentes de caso
Antecedentes de caso
Una mujer de 37 años se presenta en el servicio de urgencias con antecedentes de 2 horas de evolución de cólicos abdominales y vómitos graves, síntomas que aparecieron pocas horas después de haber comido en un picnic familiar. Otros miembros de la familia tienen síntomas similares y están esperando que los revise un médico.
Otras presentaciones
La gastroenteritis se suele presentar con vómitos como síntoma principal (puede haber otros síntomas); las causas frecuentes son las toxinas preformadas (Staphylococcus aureus o Bacillus cereus), virus (rotavirus o norovirus) y el consumo de hongos o metales pesados.[2] La diarrea no inflamatoria se presenta como aguda y acuosa, sin fiebre, ni disentería; puede ser consecuencia prácticamente de todos los agentes patógenos intestinales. La diarrea inflamatoria puede presentarse con fiebre y puede haber sangre en las heces; puede estar causada por patógenos invasivos. La diarrea persistente es más probable con las infecciones parasitarias que con las bacterianas.[3] La enfermedad sistémica, por lo general, se asocia con fiebre, debilidad, artralgia o artritis, ictericia y cambios en la piel. Las manifestaciones neurológicas pueden incluir parestesia, sabor metálico, trastornos visuales, alucinaciones, confusión, depresión o dificultad respiratoria, broncoespasmo y parálisis de pares craneales. Los síntomas neurológicos pueden estar causados por el botulismo, los agentes no infecciosos (incluidos los pesticidas y las setas) y el Campylobacter jejuni (síndrome de Guillain-Barre). El consumo de hongos silvestres venenosos puede provocar el inicio repentino de náuseas y vómitos graves, diarrea y confusión.[4] Las características de la trematodiasis incluyen síntomas hepatobiliares (p. ej., dolor abdominal, ictericia, dolor en el cuadrante superior derecho), síntomas pulmonares (p. ej., tos crónica, dolor torácico, disnea, hemoptisis) o síntomas intestinales (p. ej., ulceración mucosa, desnutrición).[5]
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