Discusión con el paciente

Anime a los pacientes a aprender más sobre la naturaleza y el tratamiento de la ansiedad y el pánico. Los programas en línea de tratamiento basado en las habilidades, como el de Anxieties.com, pueden ser la opción preferida para algunos pacientes. Anxieties.com Opens in new window

Explique a los pacientes que presentan ataques de pánico de inicio reciente que los ataques son comunes, que afectan hasta casi un tercio de las personas durante la vida, pero que menos del 10% desarrollan trastorno de pánico completo con ataques recurrentes y conductas de evitación, y que a pesar de que los ataques son desagradables, no son peligrosos y tienen una duración limitada. Anime a los pacientes a registrar la intensidad, la frecuencia y la duración de los ataques y si estos episodios son esperados o inesperados.

Explique a los pacientes con trastorno de pánico las opciones disponibles de tratamientos basados en la evidencia, en especial la eficacia y la efectividad de la farmacoterapia y la terapia cognitiva conductual.

La ansiedad, la conducta evitativa y el consumo de sustancias pueden mantener los ataques y las sensaciones físicas molestas a través del tiempo. La normalización de la dificultad y de la ambivalencia del paciente para el tratamiento del pánico puede ayudar a motivar el compromiso con el tratamiento.

Advierta a los pacientes que la suspensión de determinadas actividades, como beber café, consumir alcohol y fumar, puede producir sensaciones físicas molestas similares a los episodios de pánico. Se debe recomendar la reanudación gradual de la actividad física.[62]

Tras la presentación inicial, anime a los pacientes a registrar la intensidad, la frecuencia y la duración de los ataques y si estos episodios son esperados o inesperados. Organice una cita de seguimiento o una consulta telefónica en un plazo de 2 semanas para volver a evaluar los síntomas del paciente.

Un estudio de cohorte basado en una gran población y realizado en el Reino Unido encontró que el uso de antidepresivos podría estar asociado a un riesgo ligeramente mayor de aumento de peso a largo plazo durante 10 años, con el máximo riesgo en el segundo y tercer año de tratamiento. Aunque parece que el número de pacientes que sufrirían el daño es bajo (asumiendo que se trata de una relación causal, habría que tratar a 59 personas para que una desarrollara un aumento de peso del 5% o superior), esta relación podría tener un impacto significativo a nivel poblacional. En base a esto, se recomienda que los profesionales de la salud hablen sobre la posibilidad del aumento de peso con aquellos de sus pacientes que precisen tratamiento antidepresivo, y les asesoren sobre la dieta y el ejercicio.[165]

El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad