Monitorización
Es esencial la monitorización cuidadosa de la actividad de la enfermedad y los eventos adversos relacionados a los múltiples medicamentos.
Monitorización de laboratorio
Se deben controlar el estado de hepatitis B y C, el derivado proteínico purificado (DPP), el hemograma completo (HC) y las pruebas de función hepática (PFH) antes de iniciar un tratamiento con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). La monitorización de laboratorio para las alteraciones del HC y las PFH se realiza cada 4-8 semanas después del inicio del tratamiento. Cuando el paciente está en tratamiento con una dosis estable, debe controlarse cada 3-4 meses.[193][194]
Actividad de la enfermedad y respuesta al tratamiento
Se monitoriza mediante cualquiera de las puntuaciones compuestas disponibles. Estas incluyen la puntuación de la actividad de la enfermedad (DAS) y sus derivados, el cuestionario de evaluación de la salud (HAQ) y sus derivados, los datos de índice de evaluación de rutina del paciente (RAPID-3), el índice simplificado de actividad de la enfermedad (SDAI) y el índice clínico de actividad de la enfermedad (CDAI).[185][186][187] Sin embargo, estas puntuaciones no se utilizan con frecuencia en la atención de rutina y son uno de los aspectos importantes del manejo que deben mejorar en la atención de rutina de reumatología.
El grupo de trabajo del American College of Rheumatology (ACR) recomienda las siguientes puntuaciones para medir la actividad de la enfermedad en pacientes con artritis reumatoide: la versión del recuento de 28 articulaciones de la DAS (DAS28), el CDAI, el SDAI, la escala de actividad del paciente y los RAPID-3. Estas puntuaciones parecen funcionar de forma similar en pacientes con artritis reumatoide.[66]
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