Antecedentes de caso
Antecedentes de caso #1
Un hombre de 64 años de edad acude a consulta con fiebre, tos productiva de esputo abundante con olor putrefacto y malestar general. No es capaz de determinar el inicio exacto de los síntomas, pero señala que se han manifestado durante, al menos, 1 mes. Vive solo y es fumador desde hace mucho tiempo con antecedentes de abuso crónico de alcohol. También refiere el consumo ocasional de drogas ilícitas. Durante el año anterior, fue hospitalizado dos veces en el servicio de urgencias local después de haber sido hallado inconsciente debido a una intoxicación por alcohol. En la exploración física, se lo ve severamente desnutrido y su higiene dental es muy deficiente. La auscultación del pecho revela soplos anfóricos fijos en el hemitórax derecho. En el cultivo de esputo crece una población microbiana mixta de aerobios y anaerobios.
Antecedentes de caso #2
Una mujer de 75 años, con una historia prolongada de diabetes mellitus mal controlada, acude a consulta con fiebre, tos no productiva y malestar general. Sus síntomas comenzaron de forma aguda 48 horas antes y se automedicó con un antibiótico macrólido. Las exploraciones físicas y radiológicas confirman el diagnóstico de neumonía en el lóbulo superior izquierdo. Es hospitalizada y se agrega aminopenicilina a su tratamiento. A pesar de que, inicialmente, muestra una mejoría clínica marginal (pero nunca apirexia completa), en los días subsiguientes la fiebre empeora gradualmente, la tos se vuelve productiva y se deteriora la función pulmonar. La exploración de tórax por tomografía computarizada (TC) revela la propagación de la neumonía existente y el desarrollo de múltiples lesiones cavitadas con niveles hidroaéreos. Se realiza una broncoscopia y en el cultivo del líquido del lavado broncoalveolar obtenido crece Klebsiella pneumoniae.
Otras presentaciones
Ocasionalmente, las manifestaciones clínicas pueden ser sutiles. En los pacientes con diabetes mellitus, un absceso pulmonar debido a K pneumoniae se presenta con síntomas agudos, a menudo con bacteriemia concomitante, esputo no pútrido, resolución retardada de la fiebre y múltiples cavidades visibles radiográficamente.[5]
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