Etiología
El absceso pulmonar suele ser polimicrobiano y se asocia con aspiración. Los estreptococos y los anaerobios son las principales causas de infección adquirida en la comunidad.[7]
Las bacterias anaerobias son abundantes en las grietas gingivales, particularmente en presencia de enfermedad periodontal, siendo Peptostreptococcus, Bacteroides, especies de Prevotella y especies de Fusobacterium las que más frecuentemente se aíslan.[10][13] Los aerobios causantes incluyen Streptococcus milleri, S. aureus, especies de Klebsiella, Streptococcus pyogenes y Haemophilus influenzae, siendo los estreptococos microaerófilos y los estreptococos viridans agentes etiológicos importantes en pacientes inmunocompetentes.[10][14]
En pacientes con diabetes mellitus, considere Klebsiella pneumoniae y anaerobios, y en pacientes con múltiples abscesos pulmonares, considere Staphylococcus aureus positivo para leucocidina Panton-Valentine.[5][15][16] Las especies Gemella, Actinomyces y Nocardia son otros agentes patógenos importantes.[7]
Cuando se producen como una complicación de la neumonía, los abscesos son en su mayoría monomicrobianos y causados por bacterias aeróbicas, como S aureus, K pneumoniae, Haemophilus influenzae, Pseudomonas aeruginosa, Escherichia coli, Pasteurella multocida, Burkholderia, especies de Legionella, Streptococcus pneumoniae y estreptococos del grupo A.[17][18]S aureus y P aeruginosa se aíslan con frecuencia en un absceso pulmonar intrahospitalario o en una neumonía necrotizante tras la colonización orofaríngea.
Los abscesos pulmonares en pacientes inmunocomprometidos suelen ser causados por múltiples patógenos (los anaerobios no suelen aislarse).[19] En pacientes con alteración de la inmunidad mediada por células, el absceso pulmonar se debe a agentes patógenos oportunistas, como micobacterias, Nocardia, Aspergillus y Rhodococcus. En pacientes leucopénicos, las bacterias aerobias (S aureus, P aeruginosa y especies de Haemophilus) y los hongos (p. ej., Aspergillus y zigomicetos) son agentes patógenos importantes.
Los microorganismos gramnegativos, como P aeruginosa, son esperables en los abscesos pulmonares secundarios a neumonía o inmunosupresión, en los abscesos pulmonares adquiridos en el hospital o en la neumonía necrosante tras la colonización orofaríngea con estos organismos.[20]
Fisiopatología
El absceso pulmonar suele darse en pacientes con predisposición a la aspiración de contenido gástrico debido a una alteración de la conciencia o disfagia asociada con enfermedades neurológicas o esofágicas.[4] Las causas frecuentes de aspiración de contenido gástrico incluyen estupor alcohólico, convulsiones, accidente cerebrovascular, disfunción bulbar neurológica, sobredosis de drogas y anestesia general. Otras causas incluyen cirugía orofaríngea o dental (especialmente amigdalectomía en la posición de sedestación) y enfermedad esofágica (estenosis, neoplasia maligna y reflujo). Las sondas nasogástricas y endotraqueales, que interfieren con las barreras anatómicas normales, también predisponen a la aspiración de líquido orofaríngeo. La aspiración de secreciones orofaríngeas contaminadas provoca una infección necrotizante que sigue una distribución segmentaria limitada por la pleura (la expansión al espacio pleural es poco frecuente). La cavidad resultante es generalmente única y tiene una pared gruesa y fibrosa.
Los abscesos pulmonares relacionados con la aspiración suelen encontrarse en el pulmón derecho y en las porciones dependientes (p. ej., segmento posterior del lóbulo superior derecho y segmentos superiores de ambos lóbulos inferiores).
Otros procesos que pueden causar absceso pulmonar incluyen infección distal a un tumor obstructivo o cuerpo extraño, infección secundaria a un infarto embólico pulmonar, embolización séptica por endocarditis bacteriana del lado derecho (p. ej., válvula tricúspide) o embolización séptica por tromboflebitis séptica periférica.[21] Los abscesos debidos a embolización séptica generalmente implican múltiples áreas pulmonares no contiguas.[22] Casi el 50% de los abscesos pulmonares en adultos mayores de 50 años se asocian con tumores pulmonares y entre el 17% y el 40% se asocian con neumonía previa.[9][18]
El síndrome de Lemierre es una infección orofaríngea aguda debida a especies de Fusobacterium que suele afectar a personas jóvenes sanas y se complica con tromboflebitis de la vena yugular y embolización séptica metastásica.[23] Las variantes de este síndrome incluyen múltiples abscesos pulmonares tras la trombosis de la vena cava inferior debido a un absceso de los tejidos blandos de la pierna.[24] Finalmente, la expansión directa a través del diafragma de un absceso hepático amebiano puede derivar en un absceso pulmonar amebiano, que generalmente ocurre en el lóbulo inferior derecho.
Clasificación
Clasificación clínica
Los abscesos pulmonares se clasifican como primarios o secundarios y, según la duración de los síntomas antes del diagnóstico, como agudos, subagudos o crónicos.
Absceso pulmonar agudo
Síntomas presentes durante <2 semanas y generalmente solo por unos días.
Absceso pulmonar subagudo
Síntomas presentes durante ≥2 semanas.
Absceso pulmonar crónico
Síntomas presentes durante >1 mes.
Absceso pulmonar primario
Se presenta en ausencia de afecciones clínicas subyacentes.
Generalmente se desarrolla en personas propensas a la aspiración de contenido gástrico o con un estado de salud relativamente bueno.
Representa casi el 80% de los casos de absceso pulmonar.
Absceso pulmonar secundario
Se asocia a comorbilidades, como enfermedad obstructiva de las vías respiratorias, neoplasias, inmunosupresión, diabetes mellitus e infección extrapulmonar o sepsis.[4]
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