Antecedentes de caso
Antecedentes de caso #1
Un hombre de 38 años de edad ingresa al servicio de urgencias después de un accidente de motocicleta. Se le entablilla después de sufrir una fractura cerrada de la meseta tibial izquierda con fracturas de la tibia del eje medio izquierdo y del peroné. Junto con su reanimación, se le admite con previsión de operarle a la mañana siguiente para reparación quirúrgica. Se queja de dolor insoportable en la pierna izquierda y recibe una dosis de fentanilo. Solicita una segunda dosis de fentanilo una hora más tarde, que le administra la enfermera. La enfermera recibe indicación de administrar una dosis moderada de hidromorfona que se repite cada 4 horas según sea necesario. A la mañana siguiente el paciente ya no se queja de dolor, pero no puede sentir su pierna izquierda.
Antecedentes de caso #2
Un hombre de 23 años de edad se presenta en el servicio de urgencias después de sufrir un empeoramiento del dolor de espalda durante 3 días. Había estado entrenando en una sesión de entrenamiento extremo para mejorar la resistencia y el culturismo y también admite haber usado suplementos de proteína muscular durante los dos meses anteriores. Ha tomado 3 comprimidos de ibuprofeno de 800 mg en los últimos 3 días sin notar ninguna mejoría en el dolor. Ha desarrollado fatiga y malestar general. Ha notado que su orina es de color té e informa una disminución gradual de la diuresis.
Otras presentaciones
A diferencia de las presentaciones traumáticas, las presentaciones médicas de la rabdomiólisis con frecuencia son sutiles y deben sospecharse dentro del entorno clínico adecuado. El paciente podría no presentar síntomas o podría quejarse, de forma no específica, de fatiga o malestar generalizado. En lugar de quejarse de molestias musculares, el paciente que usa drogas o que tiene una infección puede presentar orina de color oscuro o edema en las extremidades. En una revisión general, sólo el 50% de los pacientes se quejaron de síntomas musculares y los hallazgos físicos de rabdomiólisis estuvieron presentes en sólo el 4% durante la admisión.[3] A menos que se sospeche el diagnóstico y se obtenga evidencia específica de laboratorio, la rabdomiólisis podría no ser diagnosticada hasta que surjan complicaciones.
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