Monitorización

El tratamiento exitoso requiere una monitorización frecuente de los parámetros clínicos y de laboratorio para alcanzar los criterios de resolución. La medición de la glucosa debe repetirse cada 1-2 horas y la del potasio sérico, cada 2 a 4 horas. La medición del calcio, del magnesio, del fosfato, de la urea y de la creatinina séricos debe repetirse cada 2-4 horas, según el estado clínico del paciente y la respuesta al tratamiento.

El diagrama de flujo donde se clasifican estos hallazgos, junto con el estado mental, las constantes vitales, la dosis de insulina, la fluidoterapia y las terapias de reposición de electrolitos, y la diuresis, facilita el análisis de la respuesta al tratamiento y de la resolución de las crisis.[8]

Los criterios para la resolución del SHH incluyen que la glucemia sea <12.2 mmol/L (<250 mg/dL), la osmolalidad sérica medida o calculada caiga a <300 mmol/kg (<300 mOsm/kg), la diuresis sea >0.5 mL/kg/h y el estado cognitivo haya mejorado.[1]​​

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