Etiología
La brucelosis es causada por una bacteria del género Brucella. Las brucelas son cocobacilos aerobios gramnegativos.[1] Carecen de una cápsula, plásmidos y flagelos, y son agentes patógenos intracelulares. Se han aislado varias especies.[Figure caption and citation for the preceding image starts]: Gérmenes Brucella y huéspedesCreada por Dr Nicholas J. Beeching, Dr Sherine Thomas, y Dr Alessandro Gerada [Citation ends].
La brucelosis suele ser una enfermedad ocupacional y los agricultores, cuidadores de animales, trabajadores de mataderos, veterinarios y personal de laboratorio corren el mayor riesgo.[39][40] En los seres humanos, la enfermedad es causada principalmente por B melitensis, B abortus, B suis y ocasionalmente por B canis. La B melitensis ha estado asociada con presentaciones más agresivas y agudas, y a nivel mundial es la especie más común que infecta a los seres humanos. La B abortus generalmente está asociada con una enfermedad leve a moderada, y con escasa frecuencia provoca complicaciones fuera del sistema musculoesquelético. La B suis ha estado asociada a abscesos focales.[41][42]La B canis suele provocar recidivas frecuentes, pero normalmente no está relacionada con la brucelosis crónica. La enfermedad humana debida a las especies marinas de brucelosis (B cetaceae y B pinnipediae) ha sido reconocida, y los casos son raros. Se están reconociendo otras especies nuevas en animales y esporádicamente en seres humanos, incluido B inopinata BO1, que se ha informado en asociación con implantes de mama.[8][43][44][45]
Los microorganismos pueden sobrevivir durante periodos de tiempo variables en la leche, el queso y la crema, y se han cultivado de productos lácteos hasta 11 semanas después de la producción.[46][47][48][49][50] Los organismos también se diseminan en las excreciones animales, incluidas la orina y las heces, y en productos de concepción. Pueden sobrevivir en el suelo durante periodos de tiempo prolongados (hasta 2 años), especialmente si el suelo es húmedo, y, por lo tanto, continúan infectando a seres humanos y animales.[51]
Los seres humanos son huéspedes finales para la infección y pueden contraer brucelosis de diversas maneras, incluso por la ingesta de alimentos contaminados, especialmente leche no pasteurizada y otros productos lácteos, como quesos blandos, suero de leche y laban, y rara vez por comer carne cruda. La infección en las granjas se produce por el contacto directo con productos animales infectados, especialmente los relacionados con el parto, o por la inhalación de aerosoles infectados con productos de concepción de animales desecados, y en el laboratorio a partir de material infectado en aerosoles o salpicaduras en las conjuntivas. Los veterinarios pueden contraer brucelosis por inoculación accidental de vacunas de animales con gérmenes vivos. Con menos frecuencia, la brucelosis se transmite a los seres humanos por inoculación directa a través cortes y abrasiones. Además, se ha informado la transmisión sexual, transplacentaria y por la leche materna. Si bien no es un caso común, también puede producirse una infección como consecuencia de un trasplante de órgano o de tejido o una transfusión de sangre.[52][53][54][55]
Fisiopatología
Después de la ingesta o la inoculación, las especies de Brucella invaden la mucosa, donde los leucocitos polimorfonucleares y los macrófagos activados actúan como mediadores de las respuestas inmunitarias para erradicar las bacterias. No obstante, las brucelas se pueden multiplicar y sobrevivir de forma intracelular al inhibir y contrarrestar los efectos bactericidas dentro del fagosoma.[2][56][57] Posteriormente son transportadas de forma intracelular a través de linfáticos hacia los órganos ricos en células reticuloendoteliales, y desde allí se desplazan hacia otros órganos y tejidos, donde pueden provocar inflamación, formación de granulomas, necrosis y formación de abscesos. En los animales, la infección se localiza en la placenta rica en eritritol; este efecto se encuentra menos marcado en los seres humanos, pero aun así puede causar un aborto espontáneo.[58][59] La inmunidad posterior a la exposición no es sólida, y las personas pueden experimentar una reinfección, como también una recidiva. No existe un aumento en la frecuencia ni la gravedad de la brucelosis en las personas con infección por VIH.[60][61][62]
La dosis mínima infectiva y el periodo de incubación de la enfermedad dependen de la especie que causa la infección y de su vía de entrada en el cuerpo.[52] El periodo de incubación puede variar de 5 días a 7 meses.[63][62]
Clasificación
Clasificación clínica
Subclínica: enfermedad asintomática con un diagnóstico incidental después del cribado serológico de personas con riesgo alto.
Aguda: síntomas que duran entre 2-3 meses antes del diagnóstico.
Subaguda: síntomas que duran entre 3-12 meses antes del diagnóstico.
Crónica: síntomas que persisten durante 1 año o más.
Enfermedad recidivante: los síntomas se desarrollan entre 2-3 meses después de finalizar la terapia.
Los sistemas de clasificación formal para la brucelosis varían mucho. Son relativamente subjetivos y tienen un uso clínico limitado. Es más útil considerar si la enfermedad está activa y, por lo tanto, requiere tratamiento, y si la enfermedad está localizada, y de ser así, dónde lo está, lo cual puede influir en el tipo y en la duración del tratamiento antimicrobiano requerido.[1]
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