Monitorización
Se monitoriza a los pacientes para detectar el avance de la enfermedad y la respuesta al tratamiento, así como cualquier efecto adverso. Se les pregunta sobre la respuesta de su dolor al tratamiento, la función y la limitación en sus actividades debido a la enfermedad.
A los pacientes se los examina para observar si hay una disminución en el rango de movimiento en la articulación afectada y otros signos que reflejen una enfermedad avanzada.
Si el paciente está tomando un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) o un inhibidor de la ciclooxigenasa 2 (COX-2), se realizan pruebas de la función renal y del hemograma completo cada 3 a 6 meses.[7][73]
Un médico de atención primaria que conduce la investigación para Arthritis UK habla de los beneficios de garantizar las revisiones periódicas de los pacientes con osteoartritis.
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