Pronóstico

En los Estados Unidos, alrededor de 5000 muertes por año se atribuyen al asma, y la mayoría de esas muertes se puede prevenir con tratamiento.[62] El pronóstico de una exacerbación es bueno si se reconocen rápidamente los síntomas y se accede a atención médica.

Los pacientes que controlan de manera deficiente el asma corren el riesgo de presentar cambios a largo plazo en las vías respiratorias con el tiempo, que pueden ser irreversibles. Las exacerbaciones graves se asocian con una mayor disminución a largo plazo de la función pulmonar en los pacientes que no toman corticosteroides inhalados (CSI) en comparación con los que los utilizan.[1]​ Sin embargo, no hay pruebas claras de que el tratamiento con CSI prevenga el desarrollo de una limitación persistente del flujo de aire.[1]

Los factores de riesgo para la muerte asociada al asma incluyen:[1]

  • Antecedente de asma casi mortal que requirió intubación y ventilación mecánica

  • Ingreso hospitalario o consulta con servicio de urgencias debido a asma en el último año

  • Si actualmente usa o ha dejado recientemente de usar corticoesteroides orales

  • Actualmente no se utilizan CSI

  • Uso excesivo de agonistas beta-2 de acción corta, especialmente el uso de uno o más inhaladores de salbutamol (o equivalente) mensualmente en promedio, o uso de agonistas beta-2 de acción corta nebulizados

  • Cumplimiento deficiente con los medicamentos que contienen CSI y/o cumplimiento deficiente de (o falta de) un plan de acción escrito para el asma

  • Antecedentes de enfermedades psiquiátricas o problemas psicosociales

  • Alergia alimentaria (o anafilaxia) en un paciente con asma

  • Comorbilidades como neumonía, diabetes y arritmias.

En varios estudios, se ha demostrado que el uso de corticosteroides inhalados disminuye los ingresos hospitalarios y las tasas de mortalidad.[87][88]

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