Pronóstico
El resultado y el pronóstico dependen de la etiología subyacente de AVP-D o AVP-R y de las comorbilidades asociadas. Si bien la AVP-D o la AVP-R suelen ser afecciones de por vida, la AVP-D después de una cirugía de la hipófisis o un traumatismo craneoencefálico puede ser transitoria.[3] La AVP-R secundaria a la hipercalcemia o la hipopotasemia suele resolverse después del tratamiento del trastorno electrolítico subyacente.[5] Si bien la AVP-R secundaria a la medicación puede resolverse después de la interrupción del medicamento, eso no suele ser el caso en aquellos con AVP-R secundaria al litio.[41][64] La AVP-D que se desarrolla en el embarazo suele resolverse después del parto.
La mayoría de los pacientes con AVP-D crónica están bien controlados con el análogo sintético de arginina vasopresina (AVP) de acción prolongada, desmopresina (también conocido como DDAVP). Los pacientes requieren un seguimiento de por vida para cualquier patología intracraneal asociada que pueda haber causado la AVP-D. Se debe monitorizar otra terapia de reemplazo hormonal hipofisaria anterior.
En los pacientes con mutaciones hereditarias en la vía del receptor AVP y AVP-R, se han observado mayores riesgos de hipernatremia y otras comorbilidades. El tratamiento óptimo puede reducir la incidencia de estas complicaciones.[65]
Los pacientes con poliuria de gran volumen necesitarán estudios por imágenes regulares de la vejiga o el riñón, para evitar alteraciones occultas de la vejiga o del tracto renal como la hidronefrosis y la disfunción de la vejiga.[66]
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