Complicaciones
Orientación de confianza
ebpracticenet le insta a dar prioridad a las siguientes guías de práctica clínica locales:
MaagklachtenPublicado por: NHGPublicado por última vez: 2025Los pacientes infectados con Helicobacter pylori tienen un riesgo de dos a seis veces mayor de presentar cáncer gástrico y linfoma de tipo linfoide asociado a la mucosa en comparación con sus contrapartes no infectadas.[22] Un estudio de cohorte retrospectivo grande de los EE. UU. encontró que el riesgo de cáncer gástrico era especialmente mayor entre las minorías raciales y étnicas y los fumadores infectados con H pylori.[58] En poblaciones con riesgo alto de cáncer gástrico, el cribado y tratamiento para H pylori es una estrategia recomendada de reducción del riesgo de cáncer gástrico. Tal riesgo puede identificarse con antecedentes familiares de cáncer gástrico o pepsinógenos séricos bajos que reflejan atrofia gástrica.[62][99]
Entre las características sospechosas que sugieren neoplasia maligna del tracto gastrointestinal superior se incluyen el sangrado, la anemia, la saciedad temprana, la pérdida de peso inexplicable (>10% del peso corporal), la disfagia progresiva, la odinofagia o los vómitos persistentes.[40]
Los pacientes con gastritis autoinmune también pueden tener un mayor riesgo de desarrollar tumores neuroendocrinos gástricos y adenocarcinoma gástrico.[52]
La endoscopía confirma la presencia de carcinoma gástrico.
Se requiere tratamiento con quimioterapia o gastrectomía subtotal/total.
Los pacientes con gastritis atrófica, en particular en presencia de anemia perniciosa, se encuentran en riesgo de carcinoides gástricos.[96][97]
Los tumores suelen ser asintomáticos, pero pueden presentarse junto con dolor abdominal y sangrado.
La endoscopía puede mostrar pequeños tumores polipoides múltiples localizados. El tratamiento es la excisión quirúrgica endoscópica.
Los pacientes infectados con Helicobacter pylori tienen un riesgo de dos a seis veces mayor de presentar cáncer gástrico y linfoma de tipo linfoide asociado a la mucosa en comparación con sus contrapartes no infectadas.[22]
Los tumores pueden presentarse con un aumento del dolor epigástrico, pérdida de peso y sangrado gastrointestinal manifiesto u oculto.
El tratamiento es la erradicación de la infección por H pylori, radioterapia y quimioterapia.
La gastritis atrófica como consecuencia de una infección por Helicobacter pylori, la inflamación duradera de la mucosa gástrica y la gastritis autoinmune pueden causar aclorhidria (disminución/ausencia de la producción de ácido clorhídrico) y la disminución de la producción del factor intrínseco debido a la reducción en la masa de las células parietales. En consecuencia, puede producirse la disminución de la absorción de vitamina B12, hierro y calcio.
La presentación clínica puede incluir letargo, debilidad y palidez como consecuencia de la deficiencia de vitamina B12 o hierro.
Puede requerirse terapia de reemplazo con cianocobalamina, hierro, calcio y vitamina C y D.[31]
La gastritis atrófica o autoinmune, la infección crónica por Helicobacter pylori, la aclorhidria y la disminución del metabolismo secundaria a los antagonistas de los receptores H2/inhibidores de la bomba de protones (IBP) pueden reducir la absorción de vitamina B12 y también pueden dar como resultado una deficiencia manifiesta de vitamina B12.
La presentación clínica puede incluir reflejos alterados o déficits sensoriales, trastorno cognitivo y queilitis angular o glositis atrófica.
Se requiere de terapia de reemplazo con cianocobalamina.
La gastritis asociada con la infección por H pylori no tratada o refractaria al tratamiento y/o el consumo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) puede progredir hasta convertirse en enfermedad ulcerosa péptica. Entre los factores que se ha identificado que ponen a los pacientes en mayor riesgo de sufrir complicaciones gastrointestinales (GI) relacionadas con AINE se incluyen antecedentes de eventos GI (úlcera péptica, hemorragia), edad >60 años, AINE en dosis elevadas y uso concurrente de corticosteroides o anticoagulantes.
Los pacientes pueden desarrollar sangrado GI manifiesto u oculto. Se puede dar una perforación con características clínicas de shock o peritonitis.
Posiblemente sea necesaria la ligadura endoscópica de la úlcera sangrante.
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