Tratamientos emergentes

Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA)

Los inhibidores IECA se han estudiado ampliamente para determinar si pueden mejorar la disfagia sintomática en pacientes con alto riesgo de aspiración, como los que presentan antecedentes de derrame cerebral o los que se alimentan por sonda. En los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular, los inhibidores IECA han demostrado reducir el riesgo de neumonía con mayor eficacia que otros antihipertensivos.[45][46] Una revisión sistemática y un metanálisis encontraron que los inhibidores IECA se asociaban a un riesgo ligeramente menor de neumonía en comparación con la ausencia de tratamiento con inhibidores IECA en pacientes adultos; pero el efecto era poco significativo.[47]

Cilostazol

El cilostazol es un inhibidor de la fosfodiesterasa de adenosina monofosfato cíclico que inhibe la agregación plaquetaria y es un vasodilatador arterial directo. En los pacientes tratados con cilostazol en casos de accidentes cerebrovasculares, se observó una reducción de los accidentes cerebrovasculares secundarios y de la neumonía por aspiración.[48][49] 

Estímulos sensoriales

La capsaicina, el mentol y/o el aceite de pimienta negra pueden ser un método de bajo riesgo para estimular los reflejos de la deglución y de la tos.[35][50] 

Otros tratamientos

La amantadina, la cabergolina, la teofilina, el capsiato, la mosaprida y la nicergolina se han estudiado en la neumonía por aspiración y han demostrado resultados prometedores, especialmente en los estudios realizados en Japón después de un accidente cerebrovascular.[51][52][53][54][34][55] Un estudio sobre la metoclopramida utilizada en los 7 días posteriores al accidente cerebrovascular en pacientes alimentados con una sonda nasogástrica mostró una reducción de las tasas de neumonía en comparación con el placebo.[56]

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